Fuente: Organización Mundial de la Salud
La silicona de grado alimenticio es un tipo de silicona no tóxica que no contiene rellenos químicos ni subproductos, lo que la hace segura para su uso con alimentos. El silicio, el elemento químico natural que compone la silicona, es un metaloide, lo que significa que tiene propiedades tanto de metales como de no metales y es el segundo elemento más abundante en la corteza terrestre, después del oxígeno.
La molécula de silicona está compuesta de silicio y oxígeno. Debido a su resistencia, superficie no porosa y sostenibilidad, la silicona de grado alimenticio es como el Superman de las siliconas.
Si bien los frascos de vidrio y otros recipientes de vidrio son excelentes para el almacenamiento sin plástico, pueden romperse, ocupar mucho espacio y son inconvenientes para llevarlos sobre la marcha.
¿La silicona es segura para los alimentos? La silicona de grado alimenticio se fabrica sin productos químicos a base de petróleo, BPA, BPS ftalatos u otros plásticos tóxicos para el cuerpo.
Es seguro para almacenar alimentos y es resistente a altas temperaturas. Se puede colocar en el microondas, congelador, horno y lavavajillas. No se filtrará, no se romperá ni se degradará con el tiempo.
Esta es la razón por la que la silicona de grado alimenticio es mucho mejor para la salud y el medio ambiente. Tiene muchas aplicaciones en el mundo debido a su pureza excepcional, inodoro, no tóxico, no corrosivo e inerte.
Todos los productos de silicona en contacto con alimentos deben cumplir con cualquiera de las regulaciones estándar de alimentos disponibles introducidas por varios países / regiones. Dichas regulaciones incluyen la legislación y las directrices existentes de la Unión Europea, la Resolución del Consejo de Europa sobre siliconas y las regulaciones de la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA).
Por tal razón, te recomendamos revisar la certificación de los productos al comprarlos para garantizar su seguridad.
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